lunes, 30 de abril de 2012

Lo leo y en la mente solo aparece Él.

Solo estáis tú y la coca-cola, no hay nada más.
La abres, disfrutas de chss que hace al abrirla, das el primer trago, la saboreas, disfrutas de su sabor y del burbujeo que hay en tu boca, das otro trago y vuelves a tener las mismas sensaciones. Se acaba. Mueves las chapa mientras escuchas salir el abecedario de tu boca, A,B,C,D,E,F, ¿qué nombre empezara por F? El suyo, perfecto. Te ríes de ti misma, caminas feliz pensando en Él.

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